La mayoría de los consumidores eligen la agricultura ecológica para preservar y proteger su salud. Sin embargo, muchas personas no son conscientes de que su elección por los alimentos ecológicos afecta al planeta y ayuda a luchar contra el cambio climático.
Deja que te lo explique.

La agricultura es uno de los principales responsables de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Esas emisiones cubren la tierra, atrapando el calor del sol. Esto conduce al calentamiento global y al cambio climático. La forma en que producimos alimentos en este momento provoca alrededor del 25% / 30% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero del mundo.

Los agricultores ecológicos no utilizan plaguicidas ni fertilizantes sintéticos, uno de los principales responsables de los gases de efecto invernadero.
Dado que los fertilizantes basados en combustibles fósiles y la mayoría de los plaguicidas sintéticos están prohibidos en la agricultura ecológica, ésta tiene una huella de carbono significativamente menor. La producción de estos productos químicos agrícolas consume mucha energía. Los estudios demuestran que la eliminación de los fertilizantes nitrogenados sintéticos por sí sola, como se requiere en los sistemas orgánicos, podría reducir las emisiones directas de gases de efecto invernadero de la agricultura mundial en aproximadamente un 20%.

Los suelos sanos aumentan la resiliencia
Las explotaciones ecológicas deben construir suelos sanos y cultivos más capaces de adaptarse a un clima cambiante. La agricultura ecológica fomenta la resiliencia al potenciar la capacidad del suelo para retener el agua y los nutrientes naturales que se encuentran en él. Un ensayo de agricultura ecológica realizado durante décadas descubrió que los rendimientos ecológicos pueden ser hasta un 40% superiores a los de las explotaciones no ecológicas en años de sequía. Esto se debe a los altos niveles de materia orgánica del suelo.

Los suelos sanos almacenan más carbono (CO2).
La forma más práctica y rentable de eliminar el exceso de carbono (CO2) de la atmósfera es a través de las plantas y los suelos vivos. La reducción de la labranza, la diversificación de cultivos, los cultivos de cobertura, las enmiendas orgánicas y una gestión adecuada de los nutrientes pueden mejorar el secuestro de carbono y aumentar la resiliencia climática en los sistemas de agricultura orgánica.

La elección de alimentos que haces cada día contribuye al futuro de nuestro planeta, elige sabiamente. ¡Elige ecológico!